Los consejos de cómo hacer autostop han sido recogidos desde las experiencias de muchos autoestopistas.
Invertir en un buen mapa.
Un mapa detallado vale la pena el dinero. Aunque mejor que comprar un mapa nacional, éstos pueden ser prestados de forma gratuita en las bibliotecas.
Son los mapas típicos que utilizan los camioneros y donde aparecen las áreas de descanso, paradas de camiones y estaciones de servicio. Si necesitas un mapa gratuito, ve a un lugar turístico (hotel, aeropuerto, estación de autobuses, puesto de información turística) y recoge un folleto con un mapa.
Tomar precauciones
Escanea tu identificación (y pasaporte, si viajas internacionalmente) y envíatelo por correo electrónico a ti mismo. En caso de robo, imprime unas copias en la biblioteca. Para sacar los pasaportes, tienes que ir a una embajada a pedir las copias.
Ser selectivo sobre qué caminos tomar
Realmente llegaras a tu destino más rápido de esa manera.
Es mejor viajar 50 millas y conseguir llegar a una estación o parada de camiones, que viajar 100 millas y llegar a un mal sitio donde no puedas ni hacer autostop. Así que usa ese mapa!
Si te encuentras en una carretera y llevas más de dos horas y no para la gente, probablemente estás en el camino equivocado o en el lado equivocado de la carretera.
Si alguien se detiene y no quieres coger ese coche, por las razones que sean, dile que prefieres coger un coche donde te llevo más lejos.
Ser amable
Algo que te recomendamos es que sobre todo seas amable con los coches que te paren, aunque los cojas o no los cojas para viajar. La amabilidad te ayudará a llegar mucho más lejos.
Consejos
Si está lloviendo, utiliza un poncho fácilmente desmontable o un paraguas que puedan indicar a los conductores exigentes que no vas a mojar su coche. Dicho esto, si tienes tiempo, a menudo es mejor esperar a que pase la tormenta.
El “pulgar del autoestopista galáctico” es desconocido en partes de Asia. En Corea del sur, simplemente sea el brazo con la palma hacia abajo para que te entiendan, luego debes de hacer un gesto para conseguir que alguien te recoja.